La cuscuta es una hierba parasita que en zonas templadas suele aparecer de forma anual. Desde hace varias campañas hemos visto un aumento en la cantidad de cuscuta que aparece en nuestros cultivos de primavera, por lo que nos parece interesante comentar algunas curiosidades sobre esta planta para conocer mejor su comportamiento y el modo en el que se relaciona con los cultivos a los que parasita.

Se trata de una planta fácilmente identificable porque crea una maraña de tallos finos de color anaranjado, rojo o amarillo, que se enroscan en la planta de la que se va a alimentar. Las hojas que tiene son muy reducidas, y solo tienen alguna clorofila cuando la planta germina y producen una corta raíz que luego desaparece. Al no tener clorofila no puede realizar la fotosíntesis de forma efectiva y se hace completamente dependiente de la planta que parasita para poder nutrirse y sobrevivir.

Cuando ataca a una planta, la cuscuta se une a ella con unas estructuras llamadas haustorios, que se insertan en el sistema vascular de la planta, a través de los que consigue los nutrientes que necesita para su supervivencia.

Encontrarnos con plantas parásitas en los cultivos es un problema, ya que el rendimiento de estos disminuye, por lo tanto tenemos que tratar de prevenir su difusión y eliminarlas en cuanto las veamos. Para eso, cortaremos las plantas afectadas siempre por debajo del punto por donde está unida la cuscuta, de esta forma la planta parasita morirá al no tener de donde alimentarse. A la hora de sacar las plantas eliminadas tenemos que tener cuidado de no repartir las semillas por el resto del cultivo.